Cuando Orozco decidió emprender la construcción del Taller-Dormitorio de López Cotilla en la ciudad de Guadalajara, se vio en la necesidad de adquirir un terreno que cumpliera con las características de ubicación y orientación adecuadas para albergar la edificación. Dada la amistad entre Orozco y Barragán y a la estrecha relación que Barragán tenía con esa zona de la ciudad, es muy probable que Barragán le haya recomendado al pintor que adquiriese ahí su terreno.
La relación de Barragán con la zona se remonta al año de 1933, cuando el gobernador del Estado, el licenciado y general Sebastián Allende, adquirió para el Estado de Jalisco, el edificio de la Preparatoria de Jalisco, hoy Preparatoria n°. 1 (Antiguo Convento de San Felipe). El inmueble se les compro a sus cuatro propietarios, entre los cuales se encontraba Luis Barragán. Del precio fijado por el edificio, el Gobierno del Estado pagó una parte en numerario y otra parte con tres propiedades, entre las que destaca una manzana en la nueva urbanización que se desarrolló en los terrenos de la Ex Penitenciaría de Escobedo.
Dicha manzana, adyacente al Parque de la Revolución (también proyecto de Luis Barragán), colinda al Norte con la Av. Juárez; al sur, con la calle López Cotilla; al oriente, con la calle de Jesús (hoy Marcos Castellanos) y al poniente con la calle de Rayón. Esta manzana fue fraccionada en doce lotes unifamiliares, los cuales fueron puestos a la venta.
Si se revisan los nombres de los primeros adquirientes de estos lotes, salta a la vista que muchos de ellos tenían relación directa con Barragán, como amigos o incluso como clientes del arquitecto. Destacan entre ellos don Gustavo R. Cristo, Guadalupe López Araiza, doña Adelaida Meza de Garibi Harper, doña Filomena Harper, don Emiliano Robles León, doña Juana Ortiz de González, don Efraín González Luna y don Pedro Martínez Rivas.
Una vez adquiridos los terrenos se construyeron en ellos doce viviendas, principalmente para alquiler, de las cuales al menos cinco se le atribuyen a Barragán. Si se revisan fotos de la época, se puede advertir, en primer lugar, que las viviendas se construyeron más o menos al mismo tiempo, y, en segundo, que las mismas fueron diseñadas en conjunto y no de manera aislada, formando un complejo homogéneo. Esto genera una gran incógnita respecto al alcance de la participación e influencia de Barragán en las ocho restantes.
Fig. 1. Vista desde el Parque Revolución hacia la calle Marcos Castellanos (antes Jesús).
Fig. 2. Vista desde el Parque Revolución hacia el cruce de las calles López Cotilla y Marcos Castellanos. Blog Red Arquitectura, ITESO.
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Con estos antecedentes de participación de Barragán en la zona, y seguramente con su recomendación, Orozco adquirió un terreno de 10m de frente por 24.85m de fondo, con una superficie aproximada de 248.50m2, en la calle n°. 7 (hoy López Cotilla) en el cuartel n°. VI, manzana “D”, lote 8, en la nueva urbanización del proyecto de fraccionamiento de la antigua Penitenciaría del Estado.
El terreno de forma rectangular, tiene orientación Norte-Sur (según los requerimientos del pintor), donde la fachada principal (a la calle de López Cotilla) ve al viento sur. Una característica del terreno es que el nivel del mismo está a aproximadamente 1.40m sobre el nivel de la banqueta, lo que explica la escalinata en el acceso del Taller-Dormitorio.
La compra-venta se formalizó el 22 de octubre de 1937, mediante escritura pública n°. 4,275 ante el notario supernumerario de esta ciudad, don Cenobio González, encargado de la Notaría n°. 13, en la que don Luis G. de Quevedo transmite el terreno a José Clemente Orozco y su esposa, la Sra. Margarita Valladares.
Dos años después, el muralista y su esposa vendieron el lote de terreno con lo en él construido (el Taller-Dormitorio), el día 7 de noviembre de 1939, mediante escritura pública n° 14,634, firmado ante la fe del Notario Público n° 29 de esta ciudad, don José Pérez Verdía.